Con profunda alegría queremos contarles que la camioneta verde del Padre Hurtado recorrerá junto al papamóvil el trayecto desde la catedral de Santiago hasta su santuario en Estación Central, la tarde del 16 de enero próximo, cuando el Papa Francisco nos visite.
Para que esté en óptimas condiciones, actualmente la camioneta está en mantención en Duoc UC, sede Huechuraba, donde alumnos de la carrera Ingeniería en Mecánica Automotriz y Autotrónica se han encargado de este importante paciente verde.
El año 1946 ingresaron a Chile solo cuatro ejemplares de la camioneta Ford ½ Ton Custom Pickup. Una de la ellas fue la que circuló con la patente nº HK 36 y que condujo personalmente el Padre Hurtado. Por las noches, san Alberto salía en ésta a buscar a niños y jóvenes vagabundos que se refugiaban bajo los puentes del río Mapocho. Los invitaba a acompañarlo al Hogar de Cristo donde podían tomar leche caliente y dormir en una cama abrigada.
Con esfuerzo y gracias al aporte de muchas personas, esta camioneta ha podido mantenerse en excelente estado desde hace ya 71 años, con su motor funcionando y la mayoría de sus piezas originales. Incluso conserva su patente original, aunque también debe circular con placa EY 9214 y cumplir con todas las revisiones técnica de rigor.
Desde hace ya varias semanas, la camioneta verde se encuentra en un completo chequeo en la sede de la carrera de Técnico en Mecánica Automotriz y Autotrónica de Duoc UC en Huechuraba: allí, su director Francisco Salas y un grupo de alumnos que participan en los voluntariados San Alberto de la Pastoral de Duoc UC, han realizado revisión de motor y carrocería, para dejarla a punto para su próxima misión, escoltar al Papa Francisco la tarde del 16 de enero próximo.
Esa tarde, cuando el Papa se retire de la Catedral de Santiago tras celebrar la misa , el Papamóvil enrumbará hacia el Santuario del Padre Hurtado, en Estación Central, acompañado por la camioneta verde. Así, a través de su camioneta, san Alberto también se hará presente en ese recorrido, recordándonos: “Cristo vaga por nuestras calles en la persona de tantos pobres dolientes, enfermos, desalojados de su mísero conventillo. Cristo, acurrucado bajo los puentes, en la persona de tantos niños que no tienen a quién llamar padre, que carecen hace muchos años del beso de madre sobre su frente… ¡Cristo no tiene hogar! ¿No queremos dárselo nosotros, los que tenemos la dicha de tener hogar confortable, comida abundante, medios para educar y asegurar el porvenir de los hijos? ‘Lo que hagan al más pequeño de mis hermanos, me lo hacen a Mí’, ha dicho Jesús”.
